Cecilio Acosta sostenía que: “Hay que insistir en la educación cívica y la instrucción académica para los venezolanos”.
En una de sus grandes obras “Cosas sabidas y por saberse”, refleja las ideas de Simón Rodríguez y del pensamiento de Andrés Bello el más grande humanista de América; decia: “Enséñese lo que se entienda, enséñese lo que sea útil, enséñese a todos”; criticaba además la educación universitaria por no cumplir las exigencias pedagógicas; reflejaba su preocupación por la formación secundaria y la elemental o primaria. Frente al ataque político de los gobernantes, se defendía con su moral, ejemplo, discreción y firmeza.
A su vez, Acosta enjuicia lo anacrónico y empolvado de una enseñanza que él considera inútil, porque no responde a las necesidades de la época y concluye sintetizando así su ideario educativo: “Descentralicemos la enseñanza, para que sea para todos; démosle otro rumbo, para que no conduzca a la miseria; quitémosle el orín y el formulario, para convertirla en flamante y popular; procuremos que sea racional, para que se entienda y que sea útil para que se solicite”.
Sus idearios en muchas ocasiones ocasionanban confrontación, sobre todo en el gobierno venezolano, sin embargo esos pensamientos e idearios se hacía sentir el impacto del positivismo y el determinismo, ya que Acosta representa un norte para los jóvenes y un puente entre la tradición humanista de Andrés Bello y las nuevas estéticas en ebullición.
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